

Saludos, querido educando, he notado por comentarios en mis redes sociales que has estado un poco angustiado. Noto en ellos cierta inquietud sobre qué hacer para no arriesgar tu dinero. La verdad es que te comprendo más de lo que crees. Ahorrar no es una tarea fácil, a veces requiere de esfuerzo, constancia, sacrificios y una enorme fuerza de voluntad.
Por lo tanto, yo entiendo que el riesgo a perder lo que tanto trabajo te costó siempre va a estar presente, en especial cuando es la primera vez que te acercas a un producto financiero. No importa cuántas veces hayas leído sobre el tema, o qué tan efectiva fue tu capacitación con un ejecutivo experto, una vez que tienes enfrente un nuevo producto financiero y debas comenzar a tomar decisiones, la angustia y la incertidumbre pueden ganarte. Y aunque no fuera tu primera vez, siempre habrá riesgos y dudas… Es bastante normal.
Lo más importante, educando inteligentísimo, es que este temor no sea más grande que tu decisión a tomar el primer paso. No permitas que la oportunidad de convertirte en un gran inversionista se vea mermado por un temor que siempre va a estar presente.
¡Buenas noticias para todos!
Así como tú, hay muchas otras personas que también sienten lo mismo, por eso las instituciones financieras han creado algunas herramientas que te pueden ayudar a perfeccionar tus habilidades antes de comprometer tu dinero. Con ellas podrás comprar, vender, anticiparte para conocer tus posibles rendimientos y, lo mejor, probar estrategias tantas veces como consideres necesarias hasta que te sientas preparado. ¡Qué alivio!
Así es, educando inteligentísimo, el hecho de que la inversión conlleve un riesgo, no significa que tengas que arriesgar tu patrimonio por la promesa de un posible crecimiento. No olvides que tú tienes el control, por lo que es muy importante que sepas exactamente por qué y para qué una decisión será mejor que otra.
Puedes comenzar a limpiarte el sudor generado por los nervios, relájate y descubre de qué forma puedes practicar hasta volverte un experto antes de realizar tus primeros movimientos.
La práctica hace al maestro
La mayoría de las instituciones financieras han habilitado simuladores y calculadoras para que los usuarios puedan conocer su producto y tengan la oportunidad de compararlo con otras alternativas que haya en el mercado.
Como los simuladores y las calculadoras son programas basados en una versión idéntica, o al menos bastante parecidos a la plataforma original, podrás realizar operaciones bancarias, como comprar y vender, pero sin arriesgar tu dinero.
Aprovecha esta oportunidad y realiza tantas operaciones como consideres necesario hasta que sientas que hayas ganado experiencia y seguridad. La idea básica es que vayas forjando un estilo, depures estrategias, gestiones riesgos y controles tus emociones.
Simuladores para cada gusto y necesidad
Para ello existen distintos tipos de simuladores, algunos los puedes encontrar de forma gratuita por internet, como los que te ofrece la Condusef. Cabe mencionar, que esta institución se ha visto bastante guapa, pues ha puesto a nuestra disposición no solo simuladores para aprender a invertir, sino de otros tipos de servicios financieros, como por ejemplo:
- Gastos médicos mayores
- Movilidad hipotecaria
- Crédito automotriz
- Crédito personal de nómina
- Tarjeta de crédito
- Ahorro e inversión
- Crédito hipotecario e Infonavit
- Pagos mínimos
- Presupuesto
Así que como vez, tienes una enorme tarea esperándote en casa, con todas estas herramientas no habrá pretexto para no volverte todo un experto financiero. Además de estas plataformas gratuitas, también existen otras financieras que cuentan simuladores muy especializados, solo que estas tienen un costo.
Todas y cada una de ellas tienen sus propias ventajas y deficiencias, tendrás que aprender a ser muy crítico. Algunas son para descargar en tu ordenador, así como también las hay para practicar en línea. Incluso puedes encontrar aplicaciones para celular, una enorme ventaja para que practiques donde quiera que te encuentres.
¡Precaución!
Por muy similar que sean estas plataformas, siempre debes tener en cuenta que solo son programas simulados para que puedas practicar, pero nunca te dará un resultado real. Existen ciertos elementos que no pueden detectar como el deslizamiento, los diferenciales o las comisiones, que pueden tener un impacto significativo en los retornos comerciales diarios.
Otra diferencia entre el simulador y un caso real, aparte de que en un caso el dinero es real y en el otro no, es la actitud del propio usuario. Por lo que mis recomendaciones son:
- Ten presente que el nivel de capital que un simulador ofrece puede variar en un resultado real.
- Toma en serio tu práctica con el simulador o la calculadora, porque cuando pases a un caso real, tu dinero estará en juego.
- Trata de detectar tus emociones y comienza a trabajarlas, porque en la vida real estas van a intensificarse.
- Aprende a seguir las reglas y familiarízate con el manejo de la plataforma.
- No practiques con tamaños de operación demasiado grandes.
- Intenta recuperar pronto las pérdidas.
- Define tu propio estilo.
- Practica con diferentes mercados financieros.
- Aprende a tomar decisiones y a marcar tus plazos de inversión.
- Genera estadísticas que te ayuden a analizar bien los resultados.
¡Comencemos a practicar!
Los simuladores y las calculadoras son excelentes herramientas que te permitirán darte seguridad antes de comenzar a dar tus primeros pasos en tu larga trayectoria como inversionista. Aunque existan diferencias en un simulador y una cuenta real, puedes sacarle mucho partido para practicar las operaciones, trabajar los malos hábitos y operar con disciplina. La clave está en tomártelo en serio, recuerda que tu dinero está en juego.
¿Cómo realizo mi inversión?
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