

Mi queridísimo educando, ya estamos a mitad del año y sé que has trabajado muchísimo para alcanzar tus sueños. ¡Lo has hecho bien y estoy muy orgulloso de ti! Pero hay una cosa que nunca debes dejar de lado, estoy hablando de tu bienestar físico y mental.
A veces el estrés laboral nos hace jugar muy malas pasadas, causándonos importantes daños sobre la salud, y no solo físico, sino que también puede afectar niveles psíquicos y emocionales; provocando depresión, ansiedad e ira.
El estrés no es más que una reacción natural de tu mente ante la percepción de peligro, sabe que algo no anda bien, y no es que estés realmente en peligro, sino que simplemente a nuestro cerebro no le gustan las incógnitas, la espera, las prisas, las disputas, los problemas o las situaciones fuera de control, por eso manda señales a tu cuerpo para que este se prepare para huir o defenderse.
Solo que hay un problema, es claro que no vas a huir o a darle de catorrazos a tu jefe o al compañero que te cae mal, por muchas ganas que tengas, es por eso, querido educando, que la adrenalina y el cortisol que libera tu cuerpo se acumula en él, volviéndose potencialmente peligroso.
Algunos síntomas físicos son: dolor de cabeza, perturbación del sueño, dolor muscular, disminución acelerado de peso, gastritis o fatiga crónica. Por si fuera poco, el estrés también afecta la conducta, por esa razón una persona estresada tiene comportamientos violentos, absentismo laboral o se inclina ante excesos de consumo de diversas sustancias como café, tabaco o alcohol.
¿Te suena todo esto que te estoy diciendo? Si es así, queridísimo educando, es momento de poner en acción el plan de recuperación y relajación después de un día intenso de trabajo. Así que toma nota de estos prácticos consejos:
1. Respira profundo
Muchas veces lo único que necesitamos es detenernos un poco y concentrarnos en nuestra respiración. Entre las llamadas, los correos, las juntas y los pendientes con tiempo límite de entrega, se nos olvida algo tan básico como respirar.
Así que deja lo que estés haciendo, siéntate derecho y respira abdominalmente. Bastan unas pocas inhalaciones y exhalaciones sincronizadas con una mente en blanco, para que tu ritmo cardiaco y tu respiración comiencen a regularse, esto ayudará a que tu cuerpo reciba la oxigenación necesaria para tranquilizarte.
2. Distráete con algo creativo
El siguiente paso es dejar de pensar tanto. Aunque sea por un momento trata de pensar en otra cosa que no sean tus pendientes o preocupaciones. ¿Qué cómo se le hace? Pues debes distraer tu mente, algo así como al niño pequeño que cuando no deja de llorar tratamos de distraerlo con un juguete o un perrito que va pasando, de la misma manera tú puedes hacer lo mismo con una actividad que requiera esfuerzo mental o sea desafiante.
Existen algunas actividades como leer, pintar, escribir o cocinar que requieren de cierta concentración; además de ayudarte a olvidar el trabajo y distraerte del estrés cotidiano, fortalecerás las conexiones neuronales del cerebro y te mantendrás activamente joven.
3. Desconéctate
¿A veces no te dan ganas de esconderte en un hoyo muy profundo, donde nadie pueda encontrarte, aunque sea por un ratito? Bueno, pues hazlo… No de manera literal, por supuesto, solo debes apagar el celular, las tablets o las computadoras. El objetivo es ausentarte por un momento del mundo.
Por otro lado, también es importante mencionar que el brillo de las pantallas de los aparatos electrónicos ayudan a producir más cortisol, la hormona del estrés, por lo que si querías relajarte con algunos memes en Facebook o una película en internet, en realidad solo estás estresándote más.
4. Date un baño
Darte un baño o tomar una ducha es una excelente manera de sentirte como nuevo. ¿A poco no es relajante la sensación de sumergirte en agua tibia? Lo mejor de todo es que no te lleva mucho tiempo, con 20 minutos es suficiente para obtener el mismo beneficio que si te acostaras en la cama, ya que el baño te da la oportunidad de relajarte mientras el cuerpo se mantiene a buena temperatura.
5. Consiéntete
No necesitas a alguien a tu lado para sentirte apapachado, tú solito puedes hacerlo. Se me ocurre que puedes prepárate una deliciosa comida caliente o una bebida reconfortante que te nutra y regule tu temperatura corporal. También una comida ligera como una sopa vegetariana baja en calorías, podría liberarte del estrés debido al cambio en tu rutina.
6. Canta y baila
¿Sabías que la acción de cantar y bailar, además de disfrutar tu canción favorita, te ayuda a producir oxitocina y dopamina, las hormonas de la felicidad? Así es, sin mencionar que de paso también ejercitas los músculos relacionados con la respiración, provocando una mejor oxigenación en tu cuerpo, lo cual te ayudará a sentirte renovado desde adentro.
7. Ponte cómodo
Yo siempre he dicho que lo primero que uno debe hacer al llegar a casa es quitarte la ropa del trabajo, y ponerte algo que te sea más cómodo para que te puedas mover con libertad y comiences a relajarte. Lo ideal es que utilices ropa con tejidos naturales como lino o algodón, para que tu piel pueda respirar mejor y tengas esa sensación de frescura y suavidad.
8. Aromatiza el ambiente
Nada mejor que utilizar velas o inciensos con un olor agradable para que tus sentidos sientan el cambio en el ambiente. Los aromas que ayudan a la relajación son el sándalo, la lavanda o el jazmín, ¡son buenísimos!, porque además de sus propiedades relajantes, se ha comprobado que combaten la depresión y el insomnio.
9. Activa tu cuerpo
Para completar tu rutina de relajación, puedes hacer un poco de ejercicio cardiovascular ligero. Yo sé que es lo que menos se te antoja después de un día pesado, pero créeme cuando te digo que esto te ayudará a liberar endorfinas que te quitarán todo el peso del día encima, sin mencionar que te ayudará a regular el metabolismo para que puedas dormir mucho mejor.
10. Duerme
Finalmente, llega la mejor parte: dormir. Un buen descanso es lo que necesitas para ayudar a tu cuerpo con su proceso natural de regeneración, para recuperarse del estrés, del agotamiento y recargar energías para retomar un nuevo día.
Eso sí, es muy importante, querido educando, que duermas en un entorno oscuro, silencioso y con una temperatura equilibrada para garantizar el mayor provecho de tus horas de sueño.
¿Cómo realizo mi inversión?
En Consubanco Selecto te ofrecemos asesoría y atención personalizada.