

Mi queridísimo educando mío, ¡me alegra tanto tenerte por aquí de nuevo! Tu interés por las inversiones no tiene límites… ¡Siempre sediento por saber más y más! Y yo, como siempre, encantado de orientarte por el buen camino para lograr que tu dinero crezca.
Últimamente, el tema favorito de muchas personas debido a las circunstancias, es sin lugar a dudas el ahorro. Solo que hay un pequeño detalle que rara vez tomamos en cuenta.
Veamos, estarás de acuerdo conmigo, mi querido educando, que nuestro principal objetivo es tener una mejor calidad de vida, solo que cuando creamos un plan para nuestro futuro, no tomamos en cuenta la aparición de algunas enfermedades crónicas que podrían ser una carga financiera.
Es verdad que no tenemos una bola mágica que nos advierta con anticipación alguna catástrofe para estar prevenidos, pero sí podemos tener buenos hábitos de salud que nos ayuden a reducir posibles costos ocasionados por una enfermedad.

De acuerdo con la Profeco, las personas de la tercera edad destinan 27 % de su gasto a consultas médicas con especialistas y a la compra de medicamentos.
Es por esa razón, querido educando, que al momento de crear una estrategia de ahorro, te hagas las siguientes preguntas:
- ¿A cuánto pueden ascender mis gastos en salud?
- ¿Mis ahorros serán suficientes?

¡Muy bien! No es momento de caer en pánico. Comencemos con un análisis objetivo de cómo estamos llevando a cabo nuestro estilo de vida, pongamos atención al ritmo acelerado que llevamos, qué comemos en la calle, cuánto ejercicio hacemos y otros factores que influyen directamente en la salud y en nuestro bolsillo.
Ahorra con una alimentación sana
No hay duda que tener una dieta balanceada podría ser fundamental para gozar de un correcto estado de salud.
¡Ya sé que me vas a decir! Que la comida saludable es más cara que la comida chatarra, pero si nos vamos a los datos duros, veremos que el 88.6 % de las defunciones en México fueron provocadas por enfermedades, que bien pudieron haber sido evitados con una buena alimentación.

Las enfermedades más comunes a la que nos enfrentamos los mexicanos es a resfriados, infecciones estomacales, gastritis o colitis, hasta padecimientos crónicos que pueden llegar a causar la muerte de quienes lo padecen. Ya si nos vamos a otro nivel, no podemos dejar de lado la diabetes mellitus y los tumores malignos.
Checa esto. De acuerdo con datos del INEGI, los mexicanos:
- 9 % tiene diabetes (6.7 millones)
- 20 % muere por diabetes entre 30 y 70 años
- Cada año hay 180 mil casos nuevos de cáncer
Contrata un seguro médico
Invertir tu dinero en un seguro te va a ayudar, mi querido educando, a solventar cualquier gasto derivado de alguna enfermedad o emergencia médica que se te presente, sin que esto afecte tu bolsillo. ¡Hay seguros para todos y para todo!

Lo más importante es que encuentres el seguro ideal para ti, ¿cómo?
- Analiza tus necesidades y las de tu familia
- Compara opciones y evalúa las ventajas y desventajas de cada una.
- Lee la póliza y pregunta por el deducible, suma asegurada, cobertura y exclusiones.
Observemos ahora lo que pasa cuando no cuentas con un seguro de gastos médicos y pésimos hábitos alimenticios.
¿Cuánto me cuesta enfermarme en México? Según los datos recabados por SMNYL:
• Leucemia $875 mil pesos
• Hepatitis $468 mil pesos
• Cáncer de mama $245 mil pesos
• Enfermedad isquémica del corazón $194 mil pesos
• Diabetes $131 mil pesos
• Hipertensión $76 mil pesos
¡Estos costos tan exhorbitantes son equivalentes a pagar el enganche de un carro, de una casa o un viaje a Europa! Muchas de estas enfermedades, podrían evitarse a través de la prevención: alimentación balanceada, un seguro médico y ejercicio.
Más vale prevenir
La clave para evitar estos contratiempos es, en definitiva, la prevención. Como una alimentación balanceada, un seguro médico y ejercicio.

Prepara tu comida
Comer en la calle representa un riesgo para tu salud y tu bolsillo, si tomamos en cuenta que la comida rápida tiene una mayor cantidad de grasa y azúcares, además de que es costosa.
Lo que puedes hacer es realizar un menú para toda la semana y antes de ir de compras, hacer una lista con todos los ingredientes que vas a necesitar. La clave para ahorrar está en elegir alimentos frescos y de temporada.
Tomar agua
Lleva contigo un termo o una botella con agua a donde vayas. La puedes rellenar en casa o en el trabajo. La idea es evitar que gastes en refrescos o agua embotellada.
Evita las botanas
¡Ya sé que odiamos que nos lo repitan una y otra vez! Pero muy por dentro sabes que es cierto, comer frituras o dulces entre comidas representa una fuga de dinero.
Es una opción saludable y mucho más barata preparar refrigerios con verduras y frutas de temporada o barras de cereal.
Acude al médico de forma periódica
Es un gravísimo error acudir al médico solo cuando tenemos una emergencia, en especial para tu bolsillo.
Es mucho más económico hacerte revisiones de forma periódica, para controlar tu salud y prevenir enfermedades graves que pueden impactar seriamente tu salud y bolsillo.
Realiza ejercicio a diario
Por último, y la dejamos hasta aquí, que ya parezco su mamá. Es muy importante mantenerte activo, no necesitas gastar en membresías de gimnasios y clubes si sientes que no es lo tuyo, pero bien puedes ir a parques a caminar, correr o practicar algún deporte.

Como ves, mi querido educando, apartar parte de tu salario al mes es una buena idea para ahorrar, pero al hacerlo, también debes tomar en cuenta el factor salud, de lo contrario, podría llevarse todos tus ahorros. ¡Ay mamita!
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