

Mi queridísimo educando inteligentísimo, ¡a que no te imaginas de qué vamos a hablar hoy…! No pongas esa cara, ya sé que es obvio que vamos a hablar del ahorro, pues viene escrito en el título de esta entrada de blog, y también sé que es un tema muy recurrente, tanto que de seguro ya te lo sabes de memoria, pues por todos lados abundan artículos que hablan sobre:
El ahorro, ahorrar dinero, cómo ahorrar dinero, por qué no ahorras dinero, cómo ahorrar dinero al mes, cómo ahorrar dinero diariamente, cómo ahorrar dinero rápido y fácil, cómo ahorrar dinero en casa, cómo ahorrar dinero al mes, cuánto dinero ahorrar al mes…
Pero entonces, ¿por qué no los aplicas?
Es increíble que con tanta información a nuestro alcance, todavía exista un 40 % de la población en México que no ahorra. ¡Peor aún!, el 43.7 % de las personas que sí lo hacen continua aplicando las viejas técnicas como esconder el dinero bajo el colchón, pedir prestado a familiares o entrar a tandas, sin nunca alcanzar la meta establecida, pues ahorran solo por ahorrar.
¡Tranquilo! No vayas a pensar que te estoy regañando, simplemente me preocupa que si no sabemos ahorrar…, no podemos empezar a invertir. En pleno siglo XXI todavía muchos mexicanos piensan que ahorrar es solo cubrir emergencias o metas personales inmediatas, pero… ¿cuántos de ustedes realmente ahorran para el retiro o para invertir? Sean sinceros.
¿Qué me dices de aquellos que piensan que porque no ganan mucho dinero, no pueden comenzar a ahorrar? Se justifican con el argumento de que no pueden ahorrar porque ganan poco y el dinero no les alcanza más que para cubrir sus necesidades básicas, e incluso hay quienes piden prestado cada quincena, por lo cual ahorrar ni siquiera es una posibilidad para ellos.
Pero, ¿qué dirías si te digo que eso no es motivo suficiente para no ahorrar? Así es, porque ahorrar no depende del sueldo ni de la clase social, y sé que no es fácil, porque no basta con proponértelo, para ello se requiere práctica y saber cómo hacerlo, es por ello que te comparto 10 técnicas que son indispensables al momento de ahorrar.
1. Establece metas para el ahorro
Creo que lo primero que debemos tomar en cuenta es saber con exactitud para qué queremos ahorrar, de ahí parte todo. Es decir, entender que ahorrar no es solo acumular dinero porque sí, como si fuésemos coleccionistas al estilo Rico Mc Pato; muy por el contrario, se trata de hacerlo porque queremos comprar algo más grande, como viajar en vacaciones, estudiar una maestría, renovar el departamento, pagar el gimnasio o simplemente darte un gusto.
Las metas de ahorro pueden establecerse a corto, mediano y largo plazo, pero es muy importante que sean realistas, medibles y alcanzables. Para ello, debes plantearte cuál es tu capacidad de ahorro, dependiendo de tus ingresos mensuales y tus gastos fijos y, sobre todo, cuánto tiempo te llevará poder alcanzar tus objetivos.
2. Crea un presupuesto
Una vez que tengas definida tu meta de ahorro, lo siguiente en la lista es hacer un presupuesto, en el cual debes incluir una categoría para gastos irregulares, como una ida al cine, vacaciones, ropa, etc. Posteriormente, crea una nueva categoría dedicada al ahorro, donde destinarás al menos del 10 al 20 % de tu salario. Tengo que advertirte que al principio no será fácil, pero si eres constante lograrás encontrar diversas formas de ahorrar e irás aumentando ese porcentaje.
3. Descubre cuáles son tus gastos
Ahora bien, ya tenemos definidas las metas y un presupuesto. ¡Excelente! Lo que sigue es definir en qué gastas cada mes y por qué.
Una forma muy efectiva de descubrirlo es apuntar en una hoja de cálculo, o si eres muy moderno en una app de celular, cada gasto que tengas durante 2 o 3 meses. Una vez que los tengas definido, puedes agruparlos en categorías para tener una visión general y ordenarlos de acuerdo a tus prioridades.
4. Trata el ahorro como un gasto
Como ya quedó establecido, ahorrar no significa que juntes lo que te sobre, sino todo lo contrario, que destines cierto porcentaje al mes para guardarlo ahora y gastarlo después.
5. Automatiza tu ahorro
Una forma sencilla de obligarte a pagar tu ahorro como si fuera un gasto, es automatizarlo, de esta forma no habrá pretextos o no podrás autoengañarte. Cuando menos te lo esperes, tus ahorros crecerán de manera inesperada y sin que tu calidad de vida se vea afectada o disminuya.
6. Establece tus prioridades de ahorro
Una vez que tengas establecido cuáles son tus gastos, priorízalos. No quiero ser yo quien te diga que categoría es más importante que otra, porque cada una de las posturas es igualmente respetable. Tómatelo con calma y empieza poco a poco, primero elimina algún gasto que consideres innecesario o que no te aporte mucho, verás como a fin de mes cuando tengas ese dinero extra ahorrado, no echarás de menos ese gasto.
Recuerda que la idea no es eliminar todos los pequeños placeres y vivir con limitaciones, sino moderar tus gastos y dejar de vivir como un rico sin serlo.
7. Lleva un diario de economía doméstica
¿Recuerdas cuando eras niño y llevabas un diario para escribir tus emociones o los acontecimientos de tu día a día? Bueno, pues esto se parece mucho, solo que en lugar de anotar tus vivencias cotidianas anotarías aquellos gastos excesivos, así como las medidas que puedes tomar al respecto. Es lo que te digo, no se trata de vivir con limitaciones, solo de reducir el exceso.
La clave está en revisar diariamente tus gastos para tomar decisiones. Al final de cada mes realiza una evaluación y haz los ajustes que consideres necesarios.
8. Evita los microgastos
Es importante que hablemos de esos pequeños gustos que, aunque de momento parecen inofensivos, si haces el cálculo durante un mes, notarás que la suma es considerable. ¿Te dice algo el café de máquina, la comida de la fondita, el sándwich de media tarde, el cigarro, las papitas, el refresco?
Lo peor del caso es que, como son gastos espontáneos, su planificación resulta imposible. Pero no te preocupes, puedes tomar alternativas para mitigarlos, como llevar un termo con café preparado en casa, una botella de agua, algo para picar, reducir la práctica de fumar y un largo etcétera. Una vez que logres superar estos gastos pequeños, verás la enorme cantidad de dinero que ahorrarás cada mes.
9. Aplica la regla de los 30 días
Una regla que resulta infalible cuando quieres comprarte algo importante, pero de lo cual no estás muy seguro si es un gasto necesario o solo un lujo, es dejarlo en pausa durante 30 días. Sí, sé que parece imposible, sobre todo por el miedo constante a que ese producto que tanto te gustó se agote, pero créeme cuando te digo que es tiempo suficiente para reflexionar, comparar precios y ver qué tanto lo necesitas realmente.
Si pasado ese tiempo aún sigues deseándolo, adelante, que nadie te detenga. Pero verás como muchos de estos “deseos” pasarán desapercibidos y ni siquiera recordarás que los tenías.
10. El método del sobre
Ahora que, si de plano consideras que te falta disciplina o sientes que te está costando mucho trabajo, puedes aplicar este pequeño truco. Cuando hagas tu presupuesto y sepas cuánto dinero vas a destinar, apártalo y guárdalo en un sobre (bueno, no tiene que ser literal en un sobre, la idea es solo apartarlo). Y ahora sí, gástate ese dinero sin problemas, pero eso sí… Una vez que se termine, no se vale sacar dinero de otros apartados, pedir prestado o pagar a crédito.
Considero que lo más importante para ahorrar es cambiar ese chip de que al hacerlo limitarás el nivel de vida al cual estás acostumbrado, ya no podrás divertirte o adquirir ciertos lujos, porque la idea es todo lo contrario. ¿De qué te sirve gastar en pequeñeces como papas o refrescos todos los días, cuando puedes pagar un viaje a la playa o el carro que tanto deseabas?
Así que míralo de este modo: ahorrar significa guardar dinero ahora, para gastarlo después en un bien o servicio más grande.
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